Tradicionalmente, en Latinoamérica, el establecimiento de áreas silvestres protegidas ha sido siempre responsabilidad del Estado, en especial, los Parques Nacionales, Reservas Biológicas, Monumentos Naturales y otras categorías de manejo de propiedad o administración estatal.

Sin embargo, en casi todos estos países, la tenencia de la tierra se encuentra en un gran porcentaje, en manos privadas. Sumado a esto el aumento de los problemas ambientales debido al mal uso de los recursos naturales, hicieron necesarios los modelos de conservación que involucre al sector privado.

El Estado por si solo, no puede asumir este compromiso. Esta tarea abarca muchas facetas, y sabemos que no existe un compromiso real del Gobierno, ya que el presupuesto destinado a las Áreas Protegidas existentes es insuficiente y menos aún para seguir asumiendo la protección y manejo de nuevas áreas.

Por este motivo la importancia de la conservación en tierras privadas, ha aumentado en los últimos años en toda Latinoamérica, ya que es prácticamente la única herramienta que permite conservar muestras de los diferentes ecosistemas. Esto se torna aun más visible cuando miramos países como el nuestro, donde más del 95% de la tierra se encuentra en manos privadas.

Es primordial reconocer que una gran parte de la biodiversidad global tiene lugar en tierras privadas, además representan una oportunidad para una expansión significativa de la red mundial de áreas naturales protegidas.

Estas áreas de conservación privada representan también un complemento a los esfuerzos públicos de conservación protegiendo zonas de amortiguamiento, de áreas ya existentes, conformando corredores, protegiendo ecosistemas poco representados en los sistemas de áreas públicas,  que los gobiernos no están protegiendo por la falta de recursos financieros, voluntad política u otras razones.

Muchos propietarios de tierras han demostrado voluntad para proteger hábitats naturales y especies en peligro, pero necesitan también del apoyo del gobierno en la protección de sus áreas y la aplicación de algunos incentivos.

Hay que recordar que las áreas protegidas privadas sirven como suplemento, no como reemplazo de sistemas fuertes de áreas protegidas públicas. Además proporcionan bienes públicos en la conservación de la biodiversidad y recursos naturales a un bajo costo al Estado y a la sociedad.

Entre otras cosas, el sector privado ha mostrado que puede ser eficiente, responsable e innovador en la conservación de recursos naturales y de biodiversidad a la vez que integra usos económicos de forma sostenible. Por ejemplo actividades como turismo rural, actividades ganaderas, aprovechamiento de bosques bajo sistemas de certificación  o utilización de productos forestales no maderables, que proporcionan ingresos que hacen que la conservación privada sea más atractiva y factible económicamente.

Ahora, hay que considerar que la conservación de tierras privadas puede ser vulnerable a variaciones económicas causadas por cambios en la política a escala local, nacional e internacional que incrementan la rentabilidad de usos de la tierra como la agricultura, la explotación forestal y la ganadería. Por este motivo, estas áreas deben acceder a incentivos que permitan competir frente a los cambios de mercado.

Algunos mecanismos de conservación de terrenos privados son extremadamente flexibles, y se pueden llevar a cabo prácticas conservacionistas en tierras productivas de forma que puedan conseguir un amplio rango de beneficios sociales y económicos. A esto se suma la tendencia por parte de los propietarios a crear redes de colaboración para aunar esfuerzos que beneficien al sector. En Paraguay se creó recientemente la Red Paraguaya de Conservación Privada.

En  términos legales, los derechos de protección de propiedad de la tierra y recursos naturales forman una base esencial para cualquier estrategia de protección a largo plazo, en particular la relacionada con la inversión y participación del sector privado. Es Estado debe reconocer este compromiso y proteger la tenencia de la tierra de propietarios que firmaron un compromiso de conservación.

Los propietarios privados representan un grupo importante de accionistas que puede contribuir de forma significativa a los esfuerzos de planificación de la conservación local, nacional e internacional.

Este Plan Estratégico tiene como objetivo, plantear una nueva vía para la próxima década que mejore y expanda la conservación de la biodiversidad en áreas privadas.

Pretende fijar la estrategia de conservación privada en Paraguay involucrando a los diferentes actores. Debe determinar las líneas directrices que se enmarcarán los sistemas de conservación privada.